Cuando acabas de comprar unas gafas te preocupas mucho por conservarlas bien, por protegerlas de manchas, huellas, arañazos etc. Es un buen momento para establecer rutinas adecuadas que las mantengan en perfecto estado durante toda su vida útil. Este decálogo te ayudará a mantener en perfectas condiciones los tratamientos y materiales que componen tus gafas – lentes y montura-.

1. Cuando no las uses, guárdalas en su estuche. Puede pasar cualquier cosa que las haga terminar en el suelo.
2. Utiliza un estuche rígido si las llevas en el bolso o los bolsillos.
3. Antes de limpiar tus lentes, sóplalas para quitar las partículas de polvo que puedan tener.
4. Si es posible, utiliza algún producto específico para gafas que humedezca las lentes antes de pasar sobre ellas una gamuza de microfibra.
5. Evita limpiarlas “en seco”; si hay un grano de arena en las lentes o en la gamuza, frotarlo aumenta el riesgo de rayado.
6. Usa siempre una gamuza de microfibra específica para gafas; utilizar un pañuelo de papel, una servilleta, la corbata… aumenta el riesgo de arañazos.
7. Nunca uses productos agresivos -ni las dejes expuestas en lugares donde les puedan caer- como alcohol o detergente algún producto agresivo como colonia, acetona, vinagre.
8. No utilices el secador de pelo con ellas. El calor puede dejarlas inservibles.
9. Evita ponerte las gafas en la cabeza, las lentes pueden mancharse y las varillas pueden perder su correcto ajuste; haciendo que las gafas sean más incómodas y que veas peor.
10. Cuando las quieras limpiar a fondo, deja correr el agua del grifo sobre ellas y usa jabón neutro, sobre todo si las has llevado puestas en un lugar donde hay mucho polvo como la montaña, o la playa.

Además… Debes saber que existen tratamientos específicos anti-rayado, anti-huellas, anti-polvo… que hacen tus lentes más claras y resistentes. Pasa por La Gafería y pregunta por ellos, ¡te los explicaremos todos!

Fuente: Essilor