Somos de los que pensamos que si no te gusta el producto que estás ofreciendo difícilmente vas a llegar al cliente, por eso trabajamos con marcas que nos encantan y nos sorprenden cada día. Hoy queremos hablaros de una de las compañías de gafas que más nos apasiona: Lindberg.
Pero, ¿por qué nos gusta tanto?
-Lo primero de todo, y que nos enorgullece de sobremanera, es porque su fundador era optometrista.
–Por su diseño exquisito. Son monturas pensadas y creadas por arquitectos, con lo que está cuidado hasta el último detalle, y esto no es simple palabrería, la prueba es que han llegado a conseguir, desde su fundación (1984), 77 premios internacionales de diseño.
–Por su ligereza y comodidad. Todos los clientes que pasan por La Gafería y se prueban una montura Lindberg quedan asombrados, la frase más común es “parece que no llevas gafas”, “no se notan nada”. Es lógico puesto que pesan alrededor de 2 gramos, y esto, para alguien que lleva gafas durante la mayor parte del día es un punto a favor muy importante.
–Por su gran versatilidad. Son gafas diseñadas con mucho gusto, su estilo minimalista está a la orden del día, te irán perfectas tanto para una reunión importante como para dormir la siesta en el sofá, incluso hasta para hacer deporte. Si no eres usuario de lentillas y quieres practicar deporte las gafas Lindberg son ideales, se ajustan muy bien y al ser tan ligeras y cómodas no tendrás ningún problema.
–Son “irrompibles”. Hay que proponérselo seriamente si quieres romper una gafa Lindberg. La mezcla de sus materiales de alta calidad y el hecho de que no llevan fornitura, hace que sean gafas muy flexibles. Como anécdota podemos contaros que en una ocasión a un cliente se le calló su gafa y la rueda de una ambulancia pasó por encima, hubo que cambiar las lentes pero la montura no sufrió apenas daños.
Por todo esto, y muchas cosas más que debes descubrir tú mismo, adoramos esta marca. Y es que, el que prueba Lindberg se convierte irremediablemente en fiel usuario de sus monturas.
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