Historia
A lo largo de la historia se han ido utilizando diversos materiales para la fabricación de monturas. Entre ellos, podemos diferenciar los naturales y los artificiales. Dentro de los primeros se han utilizado maderas preciosas, pluma, hueso, asta o más antiguamente, hasta caparazón de tortuga. También, tras ciertas transformaciones, metales preciosos como oro, plata o aleaciones de estos con otros metales. Aparte de su relación con la cultura del usuario, sólo por su coste, muchas de estas monturas estaban reservadas a ciertas élites.
A su vez, las monturas y sus partes han ido cambiando de forma y función. Por ejemplo, las varillas son de invención relativamente moderna en comparación con el frente que, indudablemente, tenía que sostener las lentes. Inicialmente se utilizaron cordones textiles para sujetar en las orejas, siendo el apoyo nasal (en el puente) el más antiguo.
Más recientemente, más o menos a partir de la introducción de materiales plásticos, el control de las propiedades y condiciones de fabricación hizo posible la producción a mayor escala y el abaratamiento de costes.
Propiedades de los materiales para monturas
Obviamente, las monturas deben reunir una serie de condiciones que se han ido incorporando en forma de normativas al ser un producto de carácter sanitario. Normas aparte, las monturas para gafas deben cumplir los siguientes puntos:
- No deben causar daños o alergias.
- Han de ser rígidas, entendiendo por esto el mantenimiento de su forma y dimensiones, tras el montaje y durante su uso.
- Han de tener una superficie perfectamente pulida.
- Deben ser resistentes a los ataques de los ácidos de la piel.
- Han de ser duraderas.
- Su peso no debe ser excesivo.
- Deben conservar el color, siendo permanente con el uso.
Daños o alergias. Las monturas deben tener un apoyo cómodo, pero permitir ajustes. La mayoría de problemas relacionados con dermatitis suelen ser por monturas metálicas con aleaciones de níquel de baja calidad. La sal de níquel entra en contacto con la piel produciendo la reacción. El níquel es con frecuencia laminado; si se fractura, se escapan estas sales. También pueden producirlos plastificantes y colorantes. Fluidos corporales como el sudor contienen cloruro sódico y pueden disolver el níquel del acero inoxidable, de ahí que pueda acentuarse este problema en casos de sudoración intensa.
Si se produce dermatitis de contacto puede ser por productos irritantes o de contacto alérgico. Las primeras dependen de cada persona por el tiempo y la concentración determinada con la que producen el problema. En las segundas, los compuestos producen una reacción inmune específica. En general, las pieles secas o blandas tienen mayor sensibilidad y puede llevar tiempo averiguar el compuesto que lo produce, siendo recomendable cambiar de material, por ejemplo, de metal a pasta o a otros como el titanio o materiales naturales.
Rigidez o mantenimiento forma: Deben resistir la flexión y mantener su forma con la presión, en especial el puente y las articulaciones, sin contar con los aros que sujetan las lentes. Debemos tener en cuenta que el mantenimiento de su estructura garantizará en parte la adaptación a las lentes por lo que no podemos utilizar materiales inestables.
Pulido: También influye en la estética de la montura. Por eso, hoy en día, se utilizan materiales de aspecto mate pero no quiere decir que no cumplan con este punto. En general, el pulido será más difícil cuanto más duro el material y viceversa. Un acetato de calidad, por ejemplo, permite una segunda vida de las gafas con un pulido adecuado.
Resistencia a los ácidos: Esto punto no suele dar mucho problema puesto que las monturas se suelen cambiar antes de que lleguen a un estado de corrosión. En el caso de las monturas de nitrato celulosa, estas se vuelven amarillentas y el material se agrieta. El acetato de celulosa se daña también por el sudor, pero si es de calidad, con cierto grosor se puede pulir recuperando su brillo inicial.
Resistencia: No confundir con rigidez. Al aplicar una fuerza, tiene lugar una flexión del material y un retorno si no superamos sus límites de elasticidad. Si se superan, queda flexionada permanentemente o se parte. Los materiales más duraderos son elásticos y se doblan con facilidad, pero adoptan forma original al desaparecer fuerza. Por esto, la montura ideal es aquella en la que rigidez y resistencia se encuentran en armonía.
La montura ideal es aquella en la que rigidez y resistencia se encuentran en armonía.
Conservación del color: La sustancias con pigmentos pueden perder color con el tiempo. En general, en el acetato o en el titanio no se suele dar este problema al no ir lacado, quedando más restringido a monturas de materiales con menor calidad.
Peso: Va ligado a las propiedades específicas del material y al tamaño y grosor de la montura. Dentro de ciertos límites, no suele representar un problema de uso de la gafa si la montura está bien ajustada y las lentes son ligeras. Sobre este punto hemos elaborado varios posts y volveremos sobre él al ser una característica con mucha influencia en el porte y la comodidad por parte del usuario.
Materiales más comunes para monturas
Nitrato de celulosa: Derivado del tratamiento de algodón en químicos, se plastificaba añadiendo alcanfor. Muy antiguo y poco utilizado por su inflamabilidad.
Propionato de celulosa: Muy parecido al anterior; da como resultado un material esponjoso, ligero, robusto y resistente al ataque ácidos. Las monturas se fabrican por moldeo. Al ser incoloro, si la montura lleva color, se colorean después por tinción. Esto no confiere mucha calidad a la montura puesto que los disolventes como el alcohol pueden afectar al color.
Otros materiales
Nylon: Monturas muy resistentes. Se obtienen por moldeo, siendo los moldes caros y restando, por tanto, variedad de formas a las colecciones. Las ranuras son muy profundas y no es muy flexible por lo que se adapta más difícilmente. Aunque tiene sus aplicaciones sobre todo por su resistencia, no es un material de primera elección.
Carbono: Utilizado en otras industrias (militar, aeronáutica, automóvil), se trata de un material compuesto muy duro, 60% nylon y 40% fibra de carbono. Las monturas se producen por moldeo y se obtienen aros muy finos. Aún resulta cara su producción.
Perspex: Polimetilmetacrilato acrílico. Se trabaja bien, con posibilidades amplias de coloraciones brillantes. Es muy difícil de ajustar, se necesita mucho calor. Tiene termo-memoria y retorna a forma original del fabricante. Si no se aplica suficiente calor, se rompe. Pese a ser un material anticuado, no absorbe agua, resiste disolventes y no produce dermatitis.
Optyl: Resina epoxi termoplástica tratada con endurecedores. Se produce por termo-fraguado en monturas por moldeo que es un proceso muy costoso y no permite muchas variaciones de forma. Las monturas se tiñen tras la producción y tuvieron mucha aceptación hace años. Son monturas muy resistentes, pero al igual que el anterior, se trata de un material con un equilibrio térmico muy ligero. En La Gafería aún conservamos colecciones vintage fabricadas con este material para los más nostálgicos.
SPX. Material termoplástico transparente (copoliamidas). Comercializado hace algunos años con cierto éxito, se produce a base de moldeo por inyección, es estable, ligero, resistente a disolventes y, antialérgico.
Por reunir una serie de características óptimas en todos los aspectos, mención especial merece el acetato de celulosa.
Acetato de celulosa
El polímero de celulosa es tratado químicamente y solidificado. Posteriormente se tritura hasta convertirlo en polvo que se mezcla con los pigmentos necesarios y un plastificante. Finalmente, se agita, filtra y enrolla en láminas que son prensadas.
Monturas de Metal
Oro: Nunca se utiliza solo. Bien por su maleabilidad, bien por su coste, siempre se utiliza como parte de una aleación. Si es puro, se habla de 24k. Las monturas de mayor contenido suelen fabricarse en 14 o 15k combinado con cobre o plata para aumentar la rigidez.
Gold filled o chapado en oro: Se recubre un metal con una capa de oro protectora. Esta solución es idónea para monturas metálicas porque el metal base confiere robustez mientras que el oro es inerte y no causa dermatitis. El metal base es monel, manganeso, níquel, estaño, bronce y otras aleaciones, aunque el más utilizado es níquel-plata que es una aleación de 61% cobre y 18% níquel y cinc. Aleaciones de baja calidad contienen menos níquel.
Existen monturas de mayor calidad en lo que se conoce como monel (aleación 63-70% níquel, 1-2.5% hierro y 1.25% manganeso y cobre). Se debe rotular con anotaciones del tipo 1/10 12 k o 1/20 10k o como la fracción (500/1000). Otro material popular es aleación cobre – berilio, elástico, se endurece con el tiempo.
Monturas laminadas: Se trata de una alternativa al chapado. El metal se recubre con lámina de platino, que a su vez se reviste de lámina finísima de oro. Capas muy finas se han utilizado en monturas de sol muy económicas hasta capas de grosores de 5, 10 o 15 micras. Debido a esta variación, la calidad es difícil de reconocer y tampoco existe rotulación autorizada que la indique. En monturas de menor calidad, con lacados, si hay laca coloreada, se agrietan y fragmentan al soldar, por lo que el resultado de las reparaciones resulta inferior en acabado.
Otros metales

Aluminio: Las aleaciones de aluminio son resistentes y ligeras. Se anodizan para obtener colores atractivos, aunque el color superficial no es tan resistente como en otras combinaciones. Se suelen armar con pernos o tornillos de rosca y tienen aros algo más gruesos. Es un material que transmite muy bien el calor.
Acero quirúrgico: Material de propiedades parecidas al titanio, con un coste inicial ligeramente inferior.
Titanio
Material muy cotizado por su resistencia, ligereza y biocompatibilidad (antialérgico). Es muy flexible, pero con muy buena dureza superficial y muy resistente a la corrosión. Todas estas características lo hacen ideal para la fabricación de monturas que resultan duraderas, cómodas y extremadamente ligeras. El desembolso inicial en una montura de este material es mayor que en monturas metálicas comunes, sin embargo, a medio y largo plazo resulta mucho más barato porque no se deteriora tan fácilmente. Se puede encontrar tanto en monturas de diseños más llamativos como en otros más minimalistas. También admite colores con mayor durabilidad que otros materiales.

Materiales de monturas en La Gaferia
En La Gafería seleccionamos los materiales que forman parte de nuestras colecciones, teniendo presentes sus propiedades y pensando en sus clientes hasta en el mismo momento de la adquisición de sus nuevas monturas. Aconsejamos en cuanto a imagen, pero también teniendo en cuenta criterios de tipo no estético para la selección de la montura.
Los materiales para monturas que predominan son el acetato de alta calidad dentro de las gafas graduadas de pasta y el titanio en las de metal. En colecciones de marcas como Henau, Good’s o más recientemente La Gaferia, predomina el primero mientras en Matsuda o Lindberg lo hace el segundo. Theo Loves You trabaja por igual ambos materiales o las combinaciones de estos con maestría.
En La Gafería aconsejamos en cuanto a imagen, pero también teniendo en cuenta criterios de tipo no estético para la selección de la montura.
En los tiempos que vivimos es más fácil argumentar sobre bajo precio, informar de ofertas imposibles o disponer de amplios lineales con infinitas monturas iguales en las que sólo varía un pequeño detalle en una varilla. También es fácil ver que estas monturas están diseñadas para cambiarse frecuentemente, a menudo por cuestiones de calidad relacionadas con su vida útil. Pero también con la insostenibilidad de los materiales con los que están hechas, en muchos casos derivados del petróleo. En La Gafería aportamos nuestro pequeño granito de arena también a la hora de escoger los materiales y fabricantes con los que trabajamos, evitando la producción en masa, sus localizaciones dudosas y siempre con los proveedores más fiables.
Para la confección de esta entrada sobre materiales para monturas nos hemos apoyado en la siguiente bibliografía:
EDWARDS, K. , LLEWELLYN, R. (1993) Optometría. Criterios de tipo no estético para la selección de la montura. Cap. 36. 531-540

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