En el post de esta semana os hablamos de los alimentos ricos en luteina y zeaxantina, pigmentos orgánicos, que gracias a sus efectos antioxidantes, protegen tus ojos del exceso de radicales libres.
En una cantidad adecuada, los radicales libres estimulan el sistema inmunitario, protegiéndolo de posibles infecciones. Pero cuando el cuerpo produce una gran cantidad de los mismos, el proceso de oxidación, se acelera. Algunos factores que contribuyen a la producción de radicales libres son los rayos UV, el tabaco o la contaminación.
Por ello, es importante consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, que contengan luteina y zeaxantina.
Estas sustancias actúan como un filtro natural, protegiendo a los ojos de los rayos UV. Una alimentación sana y equilibrada, que cuente con alimentos ricos en luteína y zeaxantina, es suficiente para mantener a raya a los radicales libres. Desde La Gafería os proponemos algunos de estos alimentos:
–Los huevos. Contienen antioxidantes y proteínas de calidad, haciendo que este alimento sea muy bueno para la visión. La luteína presente en la yema de huevo es la que mejor absorbe el cuerpo humano.
–El melocotón. Rico en luteína, betacaroteno y flavonoides, además de proteger los ojos del envejecimiento, tiene efectos beneficiosos sobre el corazón, el hígado o el estómago.
–Las naranjas. La vitamina C estimula el sistema inmunitario reforzando las defensas frente a infecciones. Esta fruta también es rica en luteína y zeaxantina.
–La zanahoria. Muy beneficiosa para la visión, por su alto contenido en betacaroteno, un precursor de la vitamina A. El déficit de vitamina A produce problemas para adaptarse a la oscuridad y esta carencia, mantenida en el tiempo, puede producir úlceras y ceguera.
Otros alimentos ricos en luteína y zeaxantina son la col rizada, el maíz, los calabacines, las espinacas y el brócoli.
Por último, la luteína es sensible a las altas temperaturas. Por ello, la cocción larga de vegetales de hojas verdes, reduce su contenido en esta sustancia.
Además, la luteína es soluble en grasa. Por tanto, agregar aceite (preferiblemente de oliva) a las espinacas, la lechuga o el brócoli, ayuda al aprovechamiento de la luteína que contienen estos alimentos.
Nuestra recomendación: ¡que no falten frutas y verduras en vuestra mesa!
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