La ambliopía u «ojo vago» se produce cuando, sin existir ninguna alteración en las estructuras del ojo, se manifiesta una disminución de la agudeza visual debido a diferentes causas. Es decir que la agudeza visual del ojo que se considera ambliope o vago no llega al 100% aún utilizando la mejor corrección óptica y sin que se detecte alguna enfermedad que pueda ocasionar este problema.
Esta investigación sugiere que la realidad virtual puede utilizarse para reducir esta discrepancia visual. El sistema proporciona una imagen diferente pero complementaria a cada ojo en tiempo real, obligando así a hacer uso de ambos ojos cooperativamente.
Los resultados del estudio han demostrado la mejora en el equilibrio ocular tras un período de dos meses. Varias sesiones de adaptación de 3 horas produjeron efectos que se fortalecieron cuando las personas volvieron a su entorno visual normal, después de terminar el entrenamiento.
Para la investigación los autores realizaron diferentes experimentos, en uno de ellos analizaron a 10 adultos, a los que sometieron durante 5 días a una sesión de entrenamiento diaria de 3 horas en la que usaban un instrumento de realidad virtual que les mostraba una versión ligeramente alterada de su entorno en tiempo real. Las imágenes presentadas a cada ojo eran casi idénticas, salvo una pequeña región pixelada para cada ojo. El entrenamiento obligó a los participantes a ponderar cada ojo por igual para poder procesar y percibir la escena completa.
Los resultados indicaron que los estímulos mostrados al ojo más fuerte iban haciéndose menos dominantes con el tiempo, aumentando con eficacia el equilibrio interocular de los participantes. Dicho equilibrio continuó mejorando en los 2 meses posteriores al entrenamiento.
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