Y el síndrome visual informático
El síndrome visual informático, también conocido como fatiga visual digital, describe un grupo de problemas relacionados con la visión que resultan del uso prolongado de ordenadores, tabletas y móviles. Se trata del conjunto de síntomas que aparecen como consecuencia del uso prolongado o inadecuado de pantallas de visualización de datos.
Algunos estudios establecen la aparición de síntomas con más de 3 horas diarias de pantallas de visualización de datos, siendo el tiempo de uso recomendable inferior a 2 horas diarias. Los síntomas pueden manifestarse sólo durante las horas de uso de éstas o incluso permanecer después, reduciendo la calidad de vida del usuario. Existen estudios que clasifican los problemas visuales y oculares como los más frecuentes, entre un 70 y 75%, entre los usuarios de pantallas.
Sin ser conscientes aún del alcance de las consecuencias visuales que el confinamiento puede haber producido, si hay trabajos que apuntan ya algunas estadísticas inquietantes.
Los estudios más recientes
El primer estudio sobre salud visual tras el confinamiento realizado con datos reales por la asociación de utilidad pública Visión y Vida ha dejado datos alarmantes. Cuantifican el empeoramiento de la visión del 57% de la población tras la cuarentena provocada por la crisis del COVID-19. Además, seis de cada diez adultos tienen peor visión ahora que antes de la cuarentena. La situación es aún más preocupante entre los jóvenes, con ocho de cada diez (77,4%), que ven como su vista ha empeorado.
También confirma que “el 77,2% de los adultos ha duplicado el tiempo que ha pasado diariamente ante pantallas, pero lo que más nos preocupa es el caso de los menores. La mitad (50,3%) de los niños ha estado entre cuatro y ocho horas ante pantallas, pero el 22,1% ha estado ocho horas o más, lo que puede generar importantes consecuencias si tenemos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud nos indica que los niños no deberían estar más de una hora al día ante dispositivos electrónicos”, según explica Elisenda Ibáñez en el video de presentación del documento.
Causas y factores de riesgo
Utilizar cualquier pantalla digital a menudo hace que los ojos trabajen más. Como resultado esta alta demanda de nuestras capacidades visuales hace que muchas personas sean susceptibles al desarrollo de síntomas relacionados con la visión. Ver una pantalla digital es diferente a leer una página impresa. A menudo, las letras en estos dispositivos no son tan nítidas, el nivel de contraste puede ser menor y la presencia de deslumbramiento o reflejos en la pantalla pueden dificultar la visualización.
Las distancias de visión y los ángulos utilizados para este tipo de trabajo también suelen ser diferentes de los que se utilizan habitualmente para otras tareas de lectura o escritura. Como resultado, los requisitos de enfoque y movimiento ocular para la visualización de una pantalla digital pueden imponer exigencias adicionales al sistema visual.
Problemas visuales
Además, la presencia de problemas de visión, incluso de baja cuantía, a menudo puede afectar significativamente la comodidad y el rendimiento al usar dispositivos digitales. Los problemas de visión no corregidos o subcorregidos pueden ser los principales factores que contribuyen a la fatiga visual relacionada. Incluso las personas que tienen una prescripción en gafa o lentes de contacto pueden encontrar que no es adecuada para las distancias de visualización específicas de la pantalla del ordenador. Algunas personas inclinan la cabeza en ángulos extraños porque sus gafas no están diseñadas para mirar un monitor o se inclinan hacia para verlo con claridad. Sus posturas pueden provocar espasmos musculares o dolor en el cuello, el hombro o la espalda.
En la mayoría de los casos, los síntomas de SVI ocurren porque las demandas visuales de la tarea exceden las habilidades visuales del individuo para realizarlas cómodamente. Las personas que tienen mayor riesgo de desarrollar SVI son aquellas que pasan dos o más horas continuas frente al ordenador o usando un dispositivo digital a diario.
Diagnóstico
El SVI se puede diagnosticar mediante un examen ocular completo. Las pruebas, con especial énfasis en los requisitos visuales a la distancia de trabajo del ordenador o dispositivo digital, pueden incluir:
- Historial, para determinar cualquier síntoma que esté experimentando el paciente y la presencia de cualquier problema de salud general, medicamentos o factores ambientales que puedan estar contribuyendo a los síntomas relacionados con el uso del ordenador.
- Medidas de agudeza visual para evaluar hasta qué punto la visión puede verse afectada.
- Una refracción para determinar la potencia adecuada de la lente necesaria para compensar cualquier error de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo).
- Probando cómo los ojos se enfocan y se mueven de manera coordinada. Para obtener una imagen clara y única de lo que se está viendo, los ojos deben cambiar el enfoque, moverse y trabajar al unísono. Esta prueba buscará problemas que impidan que los ojos se enfoquen de manera eficaz o que dificulten el uso de ambos ojos al mismo tiempo.
Usando la información obtenida de estas pruebas, junto con los resultados de otras más específicas, un optometrista puede determinar la presencia de SVI o fatiga visual digital y recomendar distintas opciones de ayuda.
Soluciones para la fatiga ocular digital
Las soluciones a los problemas de visión relacionados con las pantallas digitales son variadas. Sin embargo, por lo general se pueden aliviar obteniendo atención visual regular y realizando algunos cambios en la forma en que se utilizan.
En algunos casos, las personas que no requieren el uso de gafas para otras actividades diarias pueden beneficiarse de lentes prescritas específicamente para el uso de ordenador. Además, las personas que ya usan gafas pueden encontrar que su prescripción habitual no proporciona una visión óptima para este.
Gafas o lentes de contacto para uso general pueden no ser adecuados para el trabajo con ordenadores. Es posible que se necesiten lentes específicas para satisfacer las demandas visuales únicas de este tipo de actividad. Los diseños de lentes especiales, potencias específicas, filtros o recubrimientos pueden ayudar a maximizar las habilidades visuales y la comodidad.
Algunos usuarios de pantallas experimentan problemas con el enfoque o la coordinación de los ojos que no pueden compensarse adecuadamente con gafas o lentes de contacto. En estos casos, puede ser necesaria la terapia visual para su tratamiento.
Consejos para la colocación frente al ordenador
Como hemos tratado en otros post, algunos factores importantes para prevenir o reducir los síntomas tienen que ver con cómo se usan los dispositivos. Esto incluye las condiciones de iluminación, la comodidad de la silla, la ubicación de los materiales de referencia, la posición del monitor y el número y frecuencia de descansos.
Ubicación de la pantalla
A la mayoría de las personas les resulta más cómodo ver una pantalla cuando los ojos miran ligeramente hacia abajo. De manera óptima, la pantalla del ordenador debe estar de 15 a 20 grados por debajo del nivel de los ojos (aproximadamente 10 a 13cm), medido desde el centro de la pantalla y a una distancia de 50 a 70 cm.
Materiales de referencia
Estos materiales deben ubicarse por encima del teclado y debajo del monitor. Si esto no es posible, se puede utilizar un soporte para documentos al lado del monitor. El objetivo es colocar los documentos a la misma distancia que el monitor para disminuir la reacomodación continua derivada del enfoque a las distintas distancias a las que puede estar pantalla, teclado y documento.
Iluminación ambiental
Sitúe un ángulo en la pantalla que evite el deslumbramiento, especialmente de las luces del techo o las ventanas. Use persianas o cortinas en las ventanas y reemplace las bombillas de las lámparas de escritorio con bombillas de menor potencia.
Pantallas antideslumbrantes
Si no hay forma de minimizar el deslumbramiento de las fuentes de luz, considere usar un filtro de pantalla contra el deslumbramiento. Estos filtros disminuyen la cantidad de luz reflejada en la pantalla.
Posición del asiento
Las sillas deben estar cómodamente acolchadas y ajustarse al cuerpo. La altura de la silla debe ajustarse para que los pies descansen sobre el suelo. Los brazos deben ajustarse para brindar apoyo mientras escribe y las muñecas no deben descansar sobre el teclado al escribir.
Descansos
Para evitar la fatiga visual digital , intente descansar la vista cuando utilice pantallas durante períodos prolongados. Descansar los ojos durante 15 minutos después de dos horas de uso continuo de la computadora. Además, por cada 20 minutos de visualización, mire a lo lejos durante 20 segundos para permitir que los ojos vuelvan a enfocar (regla 20/20/20: 20 minutos, 20 segundos, 20 pies, unos 6 metros).
Parpadeo
Para minimizar las posibilidades de desarrollar ojo seco, intente parpadear con frecuencia. El parpadeo mantiene húmeda la superficie anterior del ojo. En el caso de usuarios de lentes de contacto este punto es crítico. A ser posible, evite las salidas de aire acondicionado cercanas que puedan quedar dirigidas hacia los ojos.
Exámenes visuales regulares
Junto con los hábitos de visualización adecuados pueden ayudar a prevenir o reducir el desarrollo de los síntomas asociados con la fatiga visual digital.
Prevención de la fatiga visual digital
La prevención de los problemas de visión asociados con la fatiga visual digital implica tomar medidas: para controlar la iluminación y el deslumbramiento en la pantalla del dispositivo; establecer las distancias de trabajo y postura adecuadas y asegurarse de que incluso los problemas de visión menores se corrijan adecuadamente.
El equipo de La Gafería trabaja a diario para intentar ofrecer la tecnología más avanzada en cada una de las soluciones visuales propuestas. Lo hace también desde el punto de vista ergonómico y teniendo en cuenta los productos más indicados para evitar la fatiga visual digital.

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