En verano hay que tener cuidado con las lentillas puesto que debemos tomar más precauciones cuando las usamos y extremar la atención en su mantenimiento y limpieza.
Los ojos son una de las partes más sensibles de nuestro cuerpo y se pueden dañar con facilidad, por lo que cualquier bacteria que se haya acumulado en nuestras lentillas puede llegar a ser muy perjudicial, incluso provocar lesiones oculares.
Varios especialistas ya han afirmado que no es conveniente llevar las lentillas puestas en la piscina o en el mar, así como cuando nos duchamos, ya que el agua puede contener gérmenes y crearnos infecciones o puede deteriorar las lentillas.
Alternativas al uso de lentillas en la playa o en la piscina:
-La primera, y más fácil, quitárselas. Cuando te vayas a la piscina o a la playa deja tus lentillas en casa o guárdalas en el portalentillas y usa tus gafas.

-La segunda opción sería utilizar gafas de bucear que impidan el paso del agua. De esta manera, podrás sumergir la cabeza con total seguridad sin tener que preocuparte por lo que pasa si te bañas con lentillas. Eso sí, compra unas gafas buenas, pero antes de nada pruébatelas para constatar que se ajustan correctamente a tu rostro.
-La tercera opción es muy sencilla: no hundir la cabeza. Sin embargo, no te puedes asegurar al cien por cien que no haya personas salpicando agua cerca.
-La cuarta opción trae más polémica puesto que hay profesionales que sí la aconsejan y otros que no: usar lentillas diarias o desechables, y al salir del agua te las quites. Esta opción no te exenta de exponer tus ojos ante cualquier peligro.


En La Gafería desaconsejamos por completo bañarse con lentillas. Cuando tengas pensado meterte al agua, no olvides adquirir unos buenos hábitos para evitar cualquier daño que puedas causar en tu salud ocular, ya que si la infección se agrava, podrías llegar incluso a tener pérdidas de visión.
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